- Título original
- Los abrazos rotos
- Año
- 2009
- Duración
- 125 min.
- País
España- Dirección
- Pedro Almodóvar
- Guion
- Pedro Almodóvar
- Música
- Alberto Iglesias
- Fotografía
- Rodrigo Prieto
- Compañías
- El Deseo
- Género
- Drama. Romance | Melodrama. Cine dentro del cine. Discapacidad. Discapacidad visual
- Sinopsis
- Cuando el escritor Mateo Blanco (Lluís Homar) viajaba con Lena (Penélope Cruz), la mujer de su vida, sufrió un accidente de coche que lo dejó ciego. Harry Caine es el pseudónimo con el que firma sus trabajos literarios. Como director de cine usa, en cambio, su nombre real. Harry Caine vive de los guiones que escribe gracias a la ayuda de Judit García (Portillo), su antigua y fiel directora de producción, y de Diego (Tamar Novas), el hijo de ésta, su secretario, mecanógrafo y lazarillo. La historia de Mateo, Lena, Judit y Ernesto Martel es una historia de "amour fou", dominada por la fatalidad, los celos, el abuso de poder, la traición y el complejo de culpa. (FILMAFFINITY)
- Premios
- Críticas
- "Los abrazos rotos" es un formidable gazpacho cinéfilo de melodrama puro -y noir- a lo Douglas Sirk, pizca de Fassbinder, y parte de Cassavetes, aderezado del humor único y genial en este manchego universal -que diría el tópico-. Aunque aquí de tópicos, nada. De nuevo Almodóvar hace estallar en la pantalla algo único, otro relato casi hipnótico filmado en estado de gracia, compuesto por una multitud de pequeños detalles que habitan, a ratos de forma magistral, una historia de amor, pérdida y culpa atemporal. Casi a la altura de sus obras mayores, aunque sin alcanzar momentos de emoción deslumbrante, el cerebro de este director singular compone colores, encuadres y diálogos para crear su peculiar arte en la pantalla, manejando contenido, tiempo y espacio bajo una estricta voluntad. Y de nuevo, acompañando la brillantez de su guion y dirección, unos personajes centrales colosales (sin palabras para las recreaciones de Homar y Cruz), y una colección de secundarios de gran fuerza e intensidad, que parecen tener un pasado y un futuro antes de asomarse ante nuestras pupilas. Pasión (algo fría), dolor y comicidad vuelven a alternarse de forma natural consiguiendo conquistar cada fotograma, para terminar todos fundiéndose en un conjunto que arrebata por la propia esencia de la propuesta: "ser" un film de Pedro Almodóvar, como avisan unos títulos de crédito en los que sólo aparece su nombre.Pablo Kurt: FilmAffinity
- "Del primer al último fotograma lleva grabada a fuego la identidad de su creador (...) proporciona al espectador uno de esos baños de intensidad que ningún otro cineasta español parece dispuesto a garantizar. (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)."Jordi Costa: Fotogramas
- "La puesta en escena es extraordinaria y la dirección de actores magistral, pero el guión es un puro altibajo (...) alternancia de momentos memorables (...) con otros para el olvido. (...) un final que se alarga innecesariamente (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)."Alberto Luchini: Diario El Mundo
- "Un Almodóvar para hipertensos: poca sal. (...) Es, contra toda lógica, una película fría, a pesar de que lleva dentro un argumento hirviente y una idea volcánica: el amor fosilizado eternamente. (...) Puntuación: ★★ (sobre 5)."Oti Rodríguez Marchante: Diario ABC
- "Y no te crees nada, aunque el envoltorio del vacío intente ser solemne y de diseño. Y los intérpretes están inanes o lamentables. La única sensación que permanece de principio a fin es la del tedio."Carlos Boyero: Diario El País
- "Los abrazos rotos: Totalmente deliciosa. (...) La presencia de Penélope Cruz es incendiaria, (...) Y el amor de Mr. Almodóvar por el cine impregna cada fotograma de este bello film."Joe Morgenstern: The Wall Street Journal
1 comentario:
Continuamos con el ciclo Almodóvar, donde somos un grupo de fans de este director manchego. Nos deslumbra su puesta en escena y Penélope Cruz, joven y deliciosa. El guión vuelve a recurrir al dramón, el melodrama donde se cruzan las pasiones, los celos, y las culpas, y se confunden en una mezcla de suspenso y trhiller. Almodóvar sabe hacer arte con esos recuerdos de melodramas de radioteatro donde las pasiones se desbordan.
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